¿Por qué interesan los pulpos a los estudiosos de la consciencia? (O, ¿por qué deberían interesarnos a todos?)
La mayoría de los seres que muestran comportamientos complejos, aprendizaje y cognición sobre sí mismos son cercanas a los humanos desde el punto de vista biológico (todos son, como nosotros, mamíferos, desde chimpancés hasta delfines).
Incluso las aves, que también han mostrado comportamiento cuya inteligencia nos asombra, no son tan lejanas a nosotros. Pertenecen, junto con los mamíferos y otros grupos de animales, a los vertebrados. El último ancestro en común que tenemos con las aves es un reptil que vivió hace cerca de 320 millones de años.
Los reptiles comparten con nosotros no sólo su arquitectura (columna, cuatro extremidades, distribución del sistema nervioso), sino una serie de conductas básicas. Nuestro cerebro viene de la evolución del cerebro de este reptil, tanto así que cuando describimos nuestra neurofisiología hablamos de funciones cerebrales “reptilianas”.
Incluso las aves, que también han mostrado comportamiento cuya inteligencia nos asombra, no son tan lejanas a nosotros. Pertenecen, junto con los mamíferos y otros grupos de animales, a los vertebrados. El último ancestro en común que tenemos con las aves es un reptil que vivió hace cerca de 320 millones de años.
Los reptiles comparten con nosotros no sólo su arquitectura (columna, cuatro extremidades, distribución del sistema nervioso), sino una serie de conductas básicas. Nuestro cerebro viene de la evolución del cerebro de este reptil, tanto así que cuando describimos nuestra neurofisiología hablamos de funciones cerebrales “reptilianas”.
En cambio, el último ancestro común que tenemos con los pulpos (o cefalópodos en general) es un pequeño gusano plano que vivió hace 600 millones de años, cuya conducta consistía en comer, reproducirse, morir.
El gran desarrollo mental del pulpo y su lejanía biológica con mamíferos o incluso con aves implica que la naturaleza generó comportamiento complejo (¿consciencia?) por dos caminos evolutivos radicalmente distintos.
🐙🧠🤷🏽♀️
Breviario cerebral basado en la lectura de “The Octopus, The Sea and The Deep Origins of Consciousness” de Peter Godfrey Smith.
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Why are octopuses of interest to those who study consciousness? (Or, why should we all find them interesting?)
Most beings that show complex behaviors, learning and self-cognition are close to humans from the biological point of view (they are all, like us, mammals, from chimpanzees to dolphins).
Even birds, which have also shown behavior whose intelligence amazes us, are not so far away from us. They belong, together with mammals and other groups of animals, to vertebrates: The last common ancestor we have with birds is a reptile that lived about 320 million years ago.
The reptiles share with us not only their architecture (column, four extremities, distribution of the nervous system), but a series of basic behaviors. Our brain comes from the evolution of the brain of this reptile, so much so that when we describe our neurophysiology we talk about "reptilian" brain functions.
In contrast, the last common ancestor we have with octopi (or cephalopods in general) is a small flat worm that lived 600 million years ago, whose behavior consisted of eating, reproducing and dying.
The great mental development of the octopus and its biological remoteness with mammals or even with birds implies that nature generated complex behavior (consciousness?) By two radically different evolutionary paths.
🐙🧠🤷🏽
Cerebral breviary based on the reading of "The Octopus, The Sea and The Deep Origins of Consciousness" by Peter Godfrey Smith.
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